A cinco kilómetros de la ruta provincial 14, en la localidad de Nono, se encuentra uno de los monumentos a la historia más grandes del país y del mundo. Y es nuestro. Estuvimos con su dueño y fundador, Santiago Bouchon y te mostramos su obra.
El museo Rocsen es uno de los monumentos más grandes a la cultura, al arte y al conocimiento. Estamos hablando de un verdadero patrimonio de nuestro valle transerrano. Su dueño y fundador en Juan Santiago Bouchon y El Manifiesto no ha podido de dejar de mostrar su palabra y la sapiencia de este gran museólogo. Nos trasladamos a Nono y tuvimos la grata posibilidad de conocer la amabilidad de la gente del museo y obviamente, de don Santiago.



ENTREVISTADOR: – ¿Por qué Rocsen?
SANTIAGO BOUCHON: – El nombre del museo significa “roca santa” en celta. Recuerda con afecto un lugar y un pasado familiar.
E.: – ¿Cómo llegó a elegir Nono, Traslasierra, entre tantos lugares en Argentina?
S.B.: – Recorrí parte del mundo y toda la Argentina, y me maravilló la formación montañosa precámbrica y el microclima ideal para poder instalarme definitivamente y dedicarme al proyecto soñado del museo.
E.: – ¿Cuándo soñó o imaginó por primera vez esta idea?
S.B.: – Desde la edad de tres años, porque se nace con una vocación. Y a los ocho años ya tenía la idea fija del museo. Después hice tres facultades en París.
Por eso, desde la guerra del cuarenta afirmo todos los días que no hay ningún conflicto que justifique la muerte de un solo ser humano.
E.: – ¿Por qué deberíamos fomentar la visita y la actividad de los museos? ¿Cuál sería hoy su importancia?
S.B.: Siempre, y hoy más que nuca creo en el amor, la paz y la cultura para solucionar los problemas entre los seres humanos. No creo en ninguna forma de agresión porque engendra más agresión. Entonces la cultura y la educación son nuestro derecho más absoluto, por eso recibo a las escuelas gratuitamente. Y por eso es polifacético, para llegar a un máximo de sensibilidades. Y tomándolo desde otro nivel, considero que todo es parte de todo, estamos más intercomunicados de lo que creemos. Entonces mi museo es un intento de sincretismo universal: la unión de todas las disciplinas.
Transformamos nuestro planeta en un basural. Los autos están hechos para durar cada vez menos. Se tira todo. En cambio, nosotros guardamos de todo. Todo es interesante. Y es muy bueno no perder la capacidad de asombro. Tengo 88 años y no pierdo ese asombro por las cosas, cada día estudio más y aprendo más.
E.: – Y está bueno poder transmitir eso también a los más chicos…
S.B.: – A eso lo hago varias veces por día.
E.: – ¿Por qué no se les cobra a las escuelas por visitar y conocer el museo?
S.B.: – No quiero interponer el dinero en mi relación con la juventud y poner precio al acceso al conocimiento. La educación no puede ser sectorial ni elitista.
E.: – Llama mucho la atención y seguramente ya le habrán preguntado por la confección de la fachada del edificio…
S.B.: – Es mi manera de dar un mensaje de paz: ningún César, ningún Napoleón, ningún Bush; únicamente humanistas, pacifistas. Porque soy veterano de la guerra del cuarenta y nuestro trabajo era salvar, no matar gente. Por eso me enrolé en una organización paralela a la Cruz Roja, que no daba abasto. Ochenta millones de muertos para enriquecer a algunos…


E.: – Desde que empezó con el museo y a medida que pasan los años, ¿siente que el interés de la gente ha sido cada vez mayor, menor o se mantiene?
S.B.: La respuesta ha sido sorprendente, de todas las edades y de todo tipo de formación.
E.: – Usted creó la palabra “polifacético”…
S.B.: – La palabra consagrada es “multidisciplinario”, pero es difícil de pronunciar y no tiene musicalidad, por eso tomé dos raíces latinas y la formé. Y hoy se usa en otras partes del mundo.
E.: – ¿Extraña Francia?
S.B.: – Tengo muy buenos recuerdos… pero también muchos malos, estuve debajo de 32 bombardeos yankies; el penúltimo con cinco mil muertos en seis minutos…
No tengo ninguna religión, pero intento ser cristiano. Por ejemplo, el Papa Francisco es más cristiano que católico.
Muchos relacionan cristianismo con comunismo, pero hay que definir lo que es el comunismo, porque el intento ruso es la forma más brutal de imperialismo. Algunos han intentado copiar a Marx, pero Marx nunca habló de “nivelar para abajo”, sino para arriba, de dignificar a la persona.
La charla era amena, cada vez más cálida a medida que pasaba el tiempo, profunda. Daban ganas de permanecer largas horas hablando y sobre todo, aprendiendo. Nos queda la experiencia, el momento y la grata posibilidad de poder contarlo.
Algunos datos:
Fecha de inauguración: 1 de enero de 1969
Cantidad de piezas: 57.728
Extensión del museo: 2550 mts.
El museo está en 56 guías internacionales, como 5 estrellas, o 4 estrellas, por el camino de acceso.
(Nota publicada en el año 2016, en la edición impresa. Hoy rendimos homenaje a Santiago Bouchon republicando aquellas dos entrevistas que le hicimos, dejando para la posteridad su palabra y su hombría de bien.)
Ver la siguiente entrevista a Santiago Bouchon en la nota titulada Santiago Bouchon, sobre Arturo Illia.