La alimentación moderna ha venido cambiando de la mano de inclusión de la tecnología en los procesos productivos de alimentos. Uno de ellos es la introducción de la genética dentro de este campo.
Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido producidos a través de un organismo modificado mediante ingeniería genética, y al que se le han incorporado genes de otro organismo para producir las características deseadas. En nuestra alimentación, nos encontramos muchas veces con transgénicos, ya sea por consumo directo o por aditivos extraídos de ellos.
Para entender mejor qué son y cuál es el daño que hacen a la salud, vamos a citar a un especialista en la materia, como lo es Enrique Vénica, Ingeniero agrónomo y responsable técnico de la granja agroecológica Naturaleza Viva, de la provincia de Santa Fe: “Es importante que la gente sepa que dentro de las leyes de la naturaleza existen límites claros para los entrecruzamientos. Lo que se hace con los transgénicos es incrustar estructuras genéticas propias de un reino -como el reino fúngico o el reino viral- dentro de vegetales. Entonces nuestro organismo, que en su naturaleza reconoce al vegetal como un alimento, en este caso, al vegetal transgénico lo reconoce como pseudo alimento, o sea, alimento con estructuras genéticas de virus o bacterias. Entonces nuestro sistema linfático, nuestras defensas reaccionan como ante una infección: nuestro sistema inmunológico está permanentemente excitado y ese estado permanente de excitación genera un estrés que, como todos sabemos, termina en enfermedad, indefectiblemente. Los transgénicos terminan generando alergias y patologías en distintos órganos. Es algo loco, como si viéramos a una vaca con alas, algo así pero a nivel molecular”.
Una consecuencia más del uso irresponsable de un instrumento tan valioso como es la ciencia.
(Cita extraída del documental “Siembra con futuro. Naturaleza Viva e hijos. Agroecología”.)
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